Irradiación corporal total (TBI)

Autor: Courtney Misher, MPH, BS R.T.(T)
Contribuidor de contenido: Allyson Van Horn, MPH
Fecha de la última revisión: outubro 29, 2024

¿Qué es la irradiación corporal total?

La irradiación corporal total (TBI, por sus siglas en inglés) es cuando todo el cuerpo (de adelante hacia atrás y de la cabeza a los pies) recibe radioterapia. Se administra una dosis baja de radiación para que los tejidos normales puedan repararse (curarse) por sí mismos. La TBI se utiliza para tratar muchos tipos de cáncer, como leucemias, linfomas, mieloma múltiple y algunos tumores sólidos.

¿Cómo se elabora un plan de tratamiento?

Tendrás una tomografía computarizada de su cuerpo. En algunos casos, se tomarán medidas de ciertas áreas de su cuerpo en lugar de una tomografía computarizada, para ayudar a determinar su plan de tratamiento.

La TBI puede producirse por cualquiera de los siguientes motivos:

  • Para matar las células cancerosas en las áreas donde la cirugía, la radiación local (focalizada) y quimioterapia no se puede acceder fácilmente, como el sistema nervioso, los huesos, la piel o los testículos.
  • Como parte de una trasplante de médula ósea o de células madre para que su sistema inmunológico no rechace las células trasplantadas. La radiación reduce la respuesta de su sistema inmunológico para que su cuerpo no vea las células trasplantadas como extrañas y las rechace.
  • Para hacer espacio para que crezca nueva médula ósea y produzca células sanguíneas sanas (injerto) después del trasplante.

¿Cómo se administra la Irradiación corporal total?

Durante el tratamiento, usted permanecerá de pie o acostado. Algunos dispositivos que se utilizan para mantenerlo en esa posición son:

  • Soporte o plataforma TBI.
  • Camilla de tratamiento.
  • Mesa o camilla.

Estará lejos de la máquina de tratamiento de donde proviene la radiación. La radiación suele administrarse primero en la parte frontal del cuerpo. Luego, el radioterapeuta le ayudará a girar 180 grados para poder administrar el resto de la radiación en la espalda.

El paciente se para sobre una plataforma y se sujeta a las asas durante el tratamiento. Si el paciente está demasiado cansado para pararse, hay un asiento.

En la posición acostada, la paciente está acostada en la camilla con los brazos cruzados sobre el pecho y las rodillas dobladas. Durante el tratamiento, se coloca un cinturón alrededor del paciente para asegurar que no se caiga de la camilla.

¿Cuál es el esquema de tratamiento?

El tratamiento TBI suele durar entre 1 y 5 días. Recibirá dos o tres tratamientos por día, con un intervalo de entre 4 y 6 horas. Es importante seguir el programa de tratamiento para alcanzar el objetivo de destruir la médula ósea o suprimir el sistema inmunológico antes de recibir el trasplante de médula ósea o de células madre.

La médula ósea o las células madre que se van a trasplantar se le vuelven a administrar por vía intravenosa después del último tratamiento de radiación. El equipo de trasplante y el equipo de radioterapia trabajarán juntos para llevar a cabo el tratamiento de radiación y el trasplante de células madre o médula ósea.

¿Qué dispositivos de tratamiento se utilizan?

Compensadores de cabeza y cuello

Los compensadores de cabeza y cuello son dispositivos gruesos de plomo que se colocan en una bandeja de plástico. El compensador de cabeza y cuello se colocará delante de la cabeza y el cuello para el tratamiento si el equipo de radiación decide que es necesario. Estos se utilizan para equilibrar la dosis del tratamiento en caso de diferencias de tamaño entre la cabeza y el cuello.

Vista frontal del compensador.

El compensador de cabeza y cuello se coloca delante de la cabeza y el cuello del paciente en esta imagen.

TLD - Dosímetros termoluminiscentes

El primer día de tratamiento, se le colocarán sobre la piel pequeños dispositivos de medición circulares llamados TLD. Estos dispositivos garantizan que la dosis de radiación se distribuya de manera uniforme en la parte delantera y trasera del cuerpo. Los dispositivos se colocan sobre la piel con cinta adhesiva para el tratamiento en estas áreas del cuerpo:

Dosímetros termoluminiscentes

  • Tobillos.
  • Rodillas.
  • Muslos.
  • Espalda.
  • Cabeza.
  • Cuello.

Bloqueos pulmonares y renales

Durante el tratamiento, se pueden utilizar protectores (bloqueos) de los pulmones y los riñones. Los pulmones y los riñones son sensibles a la radiación, por lo que su médico puede utilizar estos bloqueos para reducir la cantidad de radiación que reciben. Los bloqueos suelen estar hechos de plomo o aleación. Se fabrican específicamente para usted y se adaptan a la forma de sus pulmones y riñones.

¿Qué pasa si tengo inquietudes durante el tratamiento?

Verá al radioterapeuta todos los días para recibir el tratamiento y podrá hacerle preguntas o comunicarle sus inquietudes. Su radiooncólogo lo verá 1 o 2 veces durante el tratamiento, según su cronograma de tratamiento. Informe a su equipo de cuidado médica sobre cualquier inquietud que tenga.

¿Cuáles son los posibles efectos secundarios agudos del TBI?

Los efectos secundarios agudos son aquellos que aparecen inmediatamente o poco después del tratamiento. Los efectos secundarios pueden variar de una persona a otra. Asegúrese de hablar con su equipo de cuidado médica sobre cualquier efecto secundario nuevo o preocupante que tenga.

  • Náuseas y vómitos: Las náuseas y los vómitos pueden ser un efecto secundario común. Es posible que le receten medicamentos para ayudar a controlar este efecto secundario. Coma alimentos que considere que puede tolerar y trate de ingerir suficientes líquidos para mantenerse hidratado.
  • Diarrea: La radiación puede causar diarrea, ya que se aplica en todo el cuerpo. Es importante mantenerse hidratado. Es posible que le administren medicamentos para ayudar a controlar este efecto secundario. Consulte con su médico antes de tomar medicamentos para tratar la diarrea.
  • Mucositis (llagas en la boca): Estas llagas pueden dificultar la alimentación y la bebida. Se pueden realizar cambios en la dieta y tomar medicamentos para tratar y aliviar el dolor causado por la mucositis.
  • Fatiga: La fatiga es una sensación de cansancio o agotamiento intenso. Es posible que sientas la necesidad de tomar una siesta. Escucha lo que te dice tu cuerpo y descansa cuando puedas.
  • Irritación de la piel: La piel puede enrojecerse, irritarse, secarse, volverse sensible y oscurecerse. Puede parecer o sentirse como una quemadura solar. Trate la piel con suavidad para evitar una mayor irritación y báñese con cuidado, utilizando solo agua tibia y un jabón suave. No utilice lociones ni jabones perfumados o aromáticos y evite la exposición al sol.
  • Alopecia (pérdida de cabello): Perderá parte o todo el vello de su cuerpo, incluidos el de la cabeza, las cejas, el vello púbico, las piernas y los brazos, etc. El vello suele volver a crecer unos meses después de finalizar el tratamiento.
  • Supresión de la médula ósea: (baja recuentos sanguíneos): Es normal que los recuentos sanguíneos sean bajos. El objetivo de la lesión cerebral traumática es suprimir la médula ósea para que el cuerpo esté preparado para el trasplante de médula ósea o células madre.

¿Cuáles son los posibles efectos secundarios a largo plazo del TBI?

Los efectos secundarios a largo plazo o tardíos del TBI son aquellos que se presentan meses o años después del tratamiento.

  • Cataratas: Es importante visitar al oftalmólogo todos los años para que le revisen si tiene cataratas. También puede tener ojo seco y el uso de lágrimas artificiales puede ayudar.
  • Pericarditis (inflamación o hinchazón de la membrana que rodea el corazón): puede ocurrir meses o años después de un traumatismo craneoencefálico. Los signos de pericarditis son dolor en el pecho, falta de aire, dificultad para respirar cuando uno se recuesta, tos, fiebre, hinchazón de las piernas y fatiga.
  • Problemas de tiroides: el traumatismo craneoencefálico puede provocar problemas de tiroides, como hipotiroidismo (reacción insuficiente), hipertiroidismo (reacción excesiva) y nódulos o tumores tiroideos. Durante su examen físico anual, su médico palpará su tiroides para detectar cambios y su médico de cabecera debería pedirle que se haga un análisis de sangre para ver cómo está funcionando su tiroides.
  • Daño hepático: El traumatismo craneoencefálico también puede causar daño hepático a largo plazo. Los signos de daño hepático son dolor abdominal (vientre), hinchazón del abdomen (ascitis), aumento de peso y/o coloración amarillenta de la piel y los ojos (ictericia). Si tiene algún signo de problemas hepáticos, debe llamar a su médico de inmediato. Una vez al año, su médico de atención primaria debe hacerle un análisis de sangre para controlar sus enzimas hepáticas. También debe evitar el consumo excesivo de alcohol.
  • Daño renal: el traumatismo craneoencefálico puede causar daño a largo plazo a los riñones. Esto puede provocar una disminución de la función renal y presión arterial alta. Durante su examen físico anual, su médico de cabecera debe controlar su presión arterial y le extraerán sangre para controlar la función renal.
  • Daño pulmonar: Los tratamientos para el traumatismo craneoencefálico pueden causar cicatrices en los pulmones. Si fuma o ha fumado en el pasado, consultar a un neumólogo (un médico que se especializa en afecciones pulmonares) puede ayudarlo a controlar los efectos secundarios tardíos del tratamiento. Si fuma, debe abandonarlo. Si tiene dificultad para respirar o tos nueva o que empeora, debe llamar a su proveedor de inmediato.
  • Problemas de fertilidad: La lesión cerebral traumática puede causar esterilidad permanente tanto en hombres como en mujeres. Es importante hablar con su médico antes de comenzar la radioterapia sobre las opciones de fertilidad, como la recolección y congelación de óvulos y esperma.

Si tiene alguna pregunta o inquietud acerca de una lesión cerebral traumática, debe llamar a su proveedor.

Recursos para más información

Su equipo de atención radiológica

Preparación para la radiación: simulación y tratamiento

Freyer, C. W., Fradley, M., Madnick, D., Carver, J. R., Frey, N. V., Gill, S. I., Ky, B., Luger, S. M., Martin, M. E., McCurdy, S. R., O'Quinn, R., Perl, A. E., Stadtmauer, E. A., & Loren, A. W. (2021). Characterization of Pericarditis following Allogeneic Hematopoietic Cell Transplantation. Transplantation and cellular therapy, 27(11), 934.e1–934.e6. https://doi.org/10.1016/j.jtct.2021.07.025

Leaver, D., Washington, C.M. Principles and Practice of Radiation Therapy, St. Louis, Mosby, 2004.

Sengupta, A., Wilke, D. R., Cherpak, A., Chytyk-Praznik, K., Schella, J., Yewondwossen, M., Allan, J., & Mulroy, L. (2020). Surface Dosimetry of Patients Undergoing Total Body Irradiation: A Retrospective Analysis for Quality Assurance. Cureus, 12(2). https://doi.org/10.7759/cureus.6900

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