Cuidado médico para las uñas y la piel

Autor: Christina Bach, LCSW, MBE, OSW-C
Contribuidor de contenido: Karen Arnold-Korzeniowski, BSN, RN and Allyson Distel, MPH
Fecha de la última revisión: February 15, 2024

Durante la terapia del cáncer, puede notar cambios en su piel o uñas. Estos cambios varían según el tipo y la dosis de la terapia que esté recibiendo.

¿Qué cambios pueden ocurrir en las uñas y la piel durante el tratamiento del cáncer?

Algunos cambios cutáneos comunes que se producen con la radioterapia incluyen enrojecimiento, descamación, piel delgada o frágil o aumento de la sensibilidad a la luz solar. Si está recibiendo quimioterapia, puede notar cambios en el tono o pigmentación (color) de la piel, piel muy seca, sarpullidos, enrojecimiento, descamación o aumento de la sensibilidad a la luz solar. Si tiene alguno de estos problemas, asegúrese de mostrárselos al equipo de cuidado médico oncológico. Pueden ser signos de reacciones a algunos medicamentos, y es posible que necesite una dosis más baja de quimioterapia o radiación.

Las uñas de las manos y pies pueden decolorarse, debilitarse, romperse o desprenderse, o desarrollar crestas (que crecerán con el tiempo). Para la mayoría de las personas, los cambios en las uñas son a corto plazo, y volverán a crecer de manera normal después de algún tiempo. Después de que se interrumpe el tratamiento, las uñas pueden tardar alrededor de 6 meses para volver a su condición anterior.

Consejos para el cuidado de la piel:

  • Lávese con agua tibia y jabón suave sin perfume.
  • Puede usar su desodorante normal. Si un producto parece causar irritación en su piel, deje de usarlo y pruebe con otra marca. Puede beneficiarse de un producto “no alergénico”.
  • Use una maquinilla de afeitar eléctrica para evitar cortes.
  • Evite vestir ropa apretada o telas que irriten, como la lana, que puede lastimarle la piel.
  • Proteja su piel de la luz solar. Use factor de protección solar (FPS) 30 o superior, incluso en días nublados. Use sombrero y ropa con mangas largas para cubrir la piel expuesta o lleve un paraguas cuando salga durante las horas de mayor intensidad de los rayos solares.
  • Proteja su piel del frío o calor extremo.

La piel seca es un efecto secundario común. Los consejos para tratar la piel seca incluyen los siguientes:

  • Use un emoliente, que es un tipo de crema que suaviza y humecta la piel. Las cremas tienden a ser más efectivas que las lociones. Algunos ejemplos son Eucerin®, Aquaphor®, Nivea® y Cetaphil®.
  • Evite las lociones aromatizadas o perfumadas, ya que pueden causar irritación.
  • Humecte su piel después de ducharse o darse un baño cuando la piel aún esté húmeda.
  • ¡No se olvide de humectarse los labios! Para humedecer la piel sensible de su rostro, pruebe con una crema para ojos o facial.
  • Beba de 8 a 10 vasos al día de líquido sin alcohol.

Aquí hay algunos consejos para tratar los cambios en las uñas:

  • Evite cortar las cutículas porque esto puede causar una infección. En su lugar, use una crema para cutículas. Si necesita cortárselas, asegúrese de limpiar el cortaúñas antes de usarlo.
  • Las uñas artificiales pueden albergar bacterias y provocar infecciones, por lo que no debería usarlas.
  • Las uñas absorben el agua y se expanden, luego se contraen a medida que se secan. Cuanto más se expanden y contraen, más débiles se vuelven, así que use guantes para protegerse las uñas cuando realice tareas domésticas o jardinería.
  • Manténgase las manos hidratadas y las uñas cortas.
  • Puede usar esmalte de uñas para darles fuerza extra y cubrir las imperfecciones.
  • Remojar las uñas o masajearlas con aceite, como el vegetal o de oliva, ayuda a recobrar la humedad perdida por la exposición al agua. Estos aceites naturales no contienen la fragancia con alcohol que a menudo se encuentra en los productos de uñas comerciales.
  • Si se le rompen o levantan las uñas, trate de mantenerlas limpias y protegidas. Cubrir la uña con una curita puede protegerla de un traumatismo. Limpie con agua tibia y jabón y aplique un ungüento antibiótico dos veces al día.
  • Si la uña o el lecho ungueal parecen estar infectados (enrojecimiento, hinchazón, calor al tacto), hable con su equipo de cuidado médico.

Si tiene problemas con la piel o uñas, debe hablar con su proveedor. Su proveedor puede ayudarle a determinar cómo manejar estas dificultades.

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