Oncología médica para los cánceres de cabeza y cuello
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¿Qué es la oncología médica?
La oncología médica es un tipo de medicina que se centra en la prevención, el diagnóstico y el tratamiento del cáncer. Los profesionales que trabajan en la oncología médica prescriben una “terapia sistémica” para el cáncer. La terapia sistémica incluye medicamentos que se administran por todo el cuerpo. Esto es diferente de los tratamientos como la radioterapia y la cirugía, que se centran en una parte del cuerpo.
Si tiene cáncer de cabeza y cuello, las terapias sistémicas pueden incluir:
Estos tratamientos pueden administrarse antes o después de la cirugía. También pueden administrarse antes, durante o después de la radioterapia. Las terapias sistémicas se utilizan con mayor frecuencia en los cánceres avanzados de cabeza y cuello.
Esquemas de tratamiento para el cáncer de cabeza y cuello
Su plan de tratamiento puede incluir un medicamento o un régimen. Un régimen es un grupo de medicamentos que se administran juntos para tratar su cáncer. El régimen le indica al proveedor qué cantidad de cada medicamento debe recibir y con qué frecuencia. Los cánceres en diferentes áreas de la cabeza y el cuello pueden tratarse con diferentes regímenes.
La mayoría de los regímenes incluyen un medicamento de quimioterapia llamado cisplatino. Otros medicamentos de quimioterapia comunes son: carboplatino, 5-FU, docetaxel, y paclitaxel.
Cetuximab es una terapia dirigida que se utiliza a menudo en el tratamiento del cáncer de cabeza y cuello. Este medicamento se dirige al receptor EGFR (por sus siglas en inglés), que se encuentra en muchas células cancerosas de cabeza y cuello. Larotrectinib es otro tipo de terapia dirigida que ataca a los genes NTRK.
Pembrolizumab y nivolumab son tipos de medicamentos de inmunoterapia que se utilizan para tratar los cánceres de cabeza y cuello.
En muchos casos, la quimioterapia se administra junto con la radiación. Esto se denomina quimiorradiación. La quimioterapia se administra por dos razones: para matar las células cancerosas y para hacerlas más sensibles a la radiación (lo que se denomina radiosensibilización).
Efectos secundarios de la quimioterapia
Los tratamientos sistémicos pueden causar efectos secundarios. El tratamiento afecta a cada persona de manera diferente. No todos tendrán los mismos efectos secundarios. Algunos de los efectos secundarios comunes de la terapia sistémica incluyen:
- Fatiga (sensación de mucho cansancio) puede comenzar unas semanas después de iniciar la terapia. La fatiga suele mejorar lentamente durante las semanas y meses posteriores al tratamiento.
- Náuseas y vómitos: algunos tratamientos pueden hacer que se sienta mal. Hable con su equipo de cuidado para que te receten medicamentos que le ayuden a controlar las náuseas y vómitos.
- Neuropatía periférica es cuando siente hormigueo o entumecimiento en las manos o los pies. Sucede cuando los nervios están dañados. Informe a su equipo de cuidado médica si esto sucede, ya que es posible que ajusten sus medicamentos.
- Pérdida de cabello: su cabello puede volverse delgadas, quebradizas o se caen. Esto suele comenzar unas semanas después del primer tratamiento.
- Cambios en el apetito: es posible que no tenga ganas de comer. La comida puede tener un sabor diferente, incluso metálico. Un dietista puede ayudarle con estos cambios. Los cambios en el gusto suelen mejorar, pero en algunas personas puede llevar hasta un año.
- Cambios en los recuentos sanguíneos: la quimioterapia puede dañar células sanguíneas, lo que produce niveles bajos de glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas.
Efectos secundarios y terapia dirigida/inmunoterapia
- Las terapias dirigidas tienen diferentes efectos secundarios, que pueden incluir cambios en la piel y las uñas y cambios en el cabello.
- Los medicamentos de inmunoterapia tienen diferentes efectos secundarios debido a su efecto sobre el sistema inmunológico, los efectos secundarios más comunes son: (agregar enlaces)
- Reacciones cutáneas.
- Diarrea.
- Síntomas parecidos a los de la gripe.
Su equipo de atención le indicará qué efectos secundarios deben informarse de inmediato cuando reciba tratamiento con inmunoterapia.
Estos efectos secundarios pueden mejorar en las semanas o meses posteriores al tratamiento. Algunos pueden durar más. Siempre hable con su equipo de atención médica sobre cualquier efecto secundario que esté experimentando para que puedan ayudarlo a controlarlo.