Distonía cervical

La distonía cervical, también conocida como “tortícolis espasmódica”, es un efecto secundario que hace que los músculos del cuello se contraigan (se tensen) por sí solos. Provoca movimientos y posturas anormales en la cabeza y el cuello. Los movimientos anormales pueden ser constantes, espasmódicos o una combinación de ambos.

La distonía cervical puede ser causada por tratamientos utilizados para cánceres de cabeza y cuello, como radiación y cirugía. Es causada por daño a los músculos y nervios motores (nervios que llevan señales desde el sistema nervioso central a los músculos y glándulas).

¿Cuales son los signos y síntomas?

Los síntomas comienzan lentamente. La distonía cervical puede causar:

• Dolor en el cuello y los hombros.
• Rigidez muscular.
• Menor rango de movimiento.
• Un cambio de postura.
• Espasmos.

Los espasmos pueden hacer que la cabeza se incline hacia un lado, hacia atrás o hacia adelante. La distonía cervical puede dificultar la realización de las actividades diarias.

¿Cómo se trata?

No existe cura para la distonía cervical, pero los síntomas se pueden tratar con estos métodos:

• Trucos sensoriales: Es posible que ciertas acciones, como tocarse el lado opuesto de la cara o el mentón, puedan hacer que los espasmos se detengan por un corto tiempo. Esto puede ayudar al principio, pero tiende a no funcionar tan bien a medida que la distonía empeora.
• Medicamentos: No existe ningún medicamento que funcione para todos, pero se ha demostrado que algunos medicamentos ayudan a aliviar los síntomas. Los tipos de medicamentos utilizados son:
  • Anticolinérgicos: Bloquea un neurotransmisor químico que controla los espasmos musculares.
  • Benzodiazepinas: Actúa como un relajante muscular que detiene las señales nerviosas al cerebro y la médula espinal.
  • Baclofeno: Actúa como relajante muscular.
  • Dopaminérgico Agentes: Aumenta los niveles de dopamina, un neurotransmisor.
  • Tetrabenazina: Disminuye la dopamina y se utiliza para tratar algunos trastornos del movimiento. Se utiliza en casos excepcionales.
• Inyecciones de toxina botulínica (Botox): La toxina botulínica es el tratamiento más común. Se trata de una neurotoxina que impide que el nervio libere acetilcolina, un neurotransmisor que ordena a los músculos que se contraigan (tensen). Se inyecta directamente en los músculos afectados, debilitándolos y ayudándolos a relajarse. Esto permite un mejor control del movimiento del cuello y los hombros. El médico decidirá la dosis y la frecuencia con la que necesita las inyecciones.
• Terapias no farmacológicas: Es posible que necesite fisioterapia, terapia ocupacional, terapia del habla o terapia de voz. La fisioterapia se puede utilizar para estirar los músculos y relajar los tejidos blandos del cuello, lo que aumenta la movilidad y disminuye el dolor.
• Cirugía: La estimulación cerebral profunda (ECP) consiste en la colocación de electrodos en el cerebro, que envían señales eléctricas al cerebro para mejorar los movimientos distónicos.

Cada persona responde de manera diferente al tratamiento. En algunos casos, la distonía cervical puede mejorar por sí sola, pero es importante que le informe a su médico si tiene alguno de los síntomas de la distonía cervical. Juntos pueden decidir un plan de tratamiento adecuado para usted.