Los anticuerpos monoclonales se crean en un laboratorio para adherirse a los objetivos que se encuentran en tipos específicos de células cancerosas. El anticuerpo “incita” al sistema inmunitario a atacar la célula a la que está unido, lo que provoca que el sistema inmunitario destruya la célula. Estos anticuerpos pueden funcionar de diferentes maneras, por ejemplo, mediante la estimulación del sistema inmunitario para destruir la célula, el bloqueo de la proliferación celular u otras funciones necesarias para la proliferación celular.
El avelumab es un tipo de terapia con anticuerpos monoclonales, que actúa al estimular el sistema inmunitario para destruir las células cancerosas. Las células T son un tipo de glóbulos blancos que son muy importantes para el funcionamiento normal del sistema inmunitario. El avelumab actúa como forma de inmunoterapia y bloquea la actividad del ligando 1 de muerte programada (PDL-1), una molécula que se encuentra en las células T y que suprime la actividad inmunitaria. Al bloquear el PDL-1, las células T funcionan mejor, y se estimula la respuesta inmunitaria para encontrar y destruir las células cancerosas.