El asbesto y el riesgo de cáncer
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El término “asbesto” se refiere a un grupo de minerales que están formados por fibras delgadas. Estas fibras son resistentes al calor. Como resultado, muchos fabricantes utilizaron asbesto en muchos productos, como aislantes, techos y pisos. El asbesto se utilizó ampliamente en Estados Unidos. Como se han identificado riesgos para la salud asociados con el asbesto, su uso y eliminación son monitoreados por el gobierno (OHSA y EPA). El asbesto todavía se utiliza con frecuencia en los países en desarrollo.
Muchas personas estuvieron expuestas al asbesto en sus trabajos o en sus hogares y algunas a través de la ropa de sus familiares que llevaban las fibras a sus casas desde sus lugares de trabajo. Las fibras de asbesto permanecen en los pulmones durante mucho tiempo, provocando inflamación que puede evolucionar a cáncer.
La exposición al asbesto aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón y mesotelioma (un cáncer poco común que afecta el revestimiento del pulmón o del abdomen). Esta exposición también puede causar problemas pulmonares no cancerosos, como asbestosis, engrosamiento pleural y derrames pleurales (acumulación de líquido entre el revestimiento del pulmón y la pared torácica). Estas enfermedades pueden tardar entre 10 y 40 años en desarrollarse después de la exposición, lo que hace difícil determinar el momento exacto de la exposición. El riesgo tiende a ser mayor cuanto más prolongada o intensa sea la exposición, aunque también se observan enfermedades relacionadas con el asbesto en personas con exposición mínima.
Aunque no puede cambiar su exposición pasada, puede estar consciente de los riesgos e informar a sus proveedores de atención médica sobre su historial de exposición. La combinación de fumar y la exposición al asbesto aumenta aún más el riesgo, por esto, no fume e intente dejar de fumar si lo hace. Obtenga más información sobre la exposición al asbesto y el cáncer, los síntomas que debe informar a su proveedor de cuidado médico y las pruebas que se utilizan para detectar el daño pulmonar relacionado con el asbesto del Instituto Nacional del Cáncer.