Supervivencia: El cáncer después del cáncer
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Las investigaciones muestran que los sobrevivientes de cáncer tienen una mayor probabilidad de padecer otro cáncer (diferente del primero) que alguien que no ha tenido cáncer. Parece injusto que alguien que ha pasado por un tratamiento de cáncer tenga que enfrentarse a otro diagnóstico de cáncer. Es importante recordar que este riesgo sigue siendo bastante bajo. Conocer su riesgo y tomar medidas para reducirlo puede ayudarle a sentirse en control.
Hay varias formas en las que un sobreviviente de cáncer podría volver a experimentar el cáncer:
- Un cáncer secundario: estos cánceres son causados por el tratamiento que recibió para un cáncer anterior. Esto es bastante infrecuente, pero algunos tratamientos tienen un mayor riesgo de que esto ocurra.
- Un nuevo cáncer no relacionado. El hecho de que haya tenido un tipo de cáncer no significa que no pueda tener otro tipo de cáncer también.
- Por último, el cáncer original puede volver a aparecer. Esto se denomina recurrencia.
¿Qué tratamientos pueden poner a un sobreviviente en riesgo de desarrollar un cáncer secundario?
Un cáncer secundario es aquel causado por el tratamiento del cáncer para otro cáncer. Esto es bastante infrecuente, pero usted debe ser consciente del riesgo. Esto puede ser causado por ciertas quimioterapias y otros medicamentos contra el cáncer, o por la radioterapia.
- La quimioterapia y otros medicamentos contra el cáncer que tienen este riesgo pueden incluir:
- Antraciclinas (adriamicina, daunorrubicina, doxorrubicina, epirrubicina, idarrubicina y mitoxantrona).
- Agentes alquilantes (mostaza nitrogenada, ciclofosfamida, ifosfamida, melfalán, clorambucil, carmustina, lomustina, busulfán, dacarbazina, bendamustina, BCNU, tiotepa).
- Etopósido (VP-16), tenipósido, cisplatino y carboplatino.
- Terapia CAR-T
- Anticuerpos monoclonales radiomarcados (Zevalin, Azedra y Bexxar).
- Trióxido de arsénico, talidomida y lenalidomida.
- Inhibidores de PARP (niraparib, rucaparib, olaparib, talazoparib).
- Otros medicamentos contra el cáncer pueden causar un cáncer secundario. Puede ver la información sobre cualquier medicamento que reciba para ver si tiene este riesgo.
La radioterapia aumenta el riesgo de que se desarrolle un cáncer en el campo de tratamiento o cerca de este. Esto ocurre como resultado de la exposición del tejido sano a la radiación. La radiación es la causa más común de cáncer secundario en personas tratadas por cánceres infantiles. Las técnicas modernas de radiación están diseñadas para limitar esta exposición, pero no siempre es posible prevenir toda la exposición y aun así lograr los resultados deseados.
¿Qué tipos de cánceres secundarios pueden producirse?
- Ciertos medicamentos contra el cáncer pueden causar daño a las células sanguíneas en la médula ósea. En casos infrecuentes, este daño puede llevar a leucemia o a mielodisplasia (MDS) años después del tratamiento.
- El cáncer de la sangre causado por la quimioterapia o la radioterapia, generalmente, ocurre de 4 a 10 años después del tratamiento, pero puede ocurrir incluso más tarde.
- Una excepción son los cánceres causados por el etopósido (VP-16) o el tenipósido (dos tipos de quimioterapia), que tienden a ocurrir entre 1 y 3 años después de la terapia.
- El medicamento bendamustina puede provocar cánceres de la sangre secundarios. Este medicamento puede causar cánceres secundarios en los pulmones.
- Algunos medicamentos como ibrutinib y zanubrutinib pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de piel.
- La radioterapia tiene el riesgo de provocar cáncer en las zonas incluidas en el campo de tratamiento. Suelen ser "tumores sólidos" o que afectan a órganos, tejidos o huesos. Por ejemplo, las mujeres que recibieron radiación en el pecho por un linfoma de Hodgkin tienen un alto riesgo de desarrollar cáncer de mama más adelante.
¿Qué otras cosas pueden aumentar el riesgo de desarrollar un segundo cáncer?
Las mismas cosas que usted considera que aumentan el riesgo de padecer un cáncer también pueden aumentar el riesgo de padecer un cáncer secundario. Estas pueden incluir el riesgo genético en usted o en su familia, una historia familiar de cáncer, un estilo de vida poco saludable o el uso de tabaco.
¿Qué síntomas debo informarle a mi proveedor?
Debe informar a su proveedor de atención médica sobre cualquier síntoma nuevo, inusual o persistente. Estos pueden incluir:
- Más cansancio o debilidad de lo normal.
- Falta de aliento (dificultad para respirar).
- Pérdida del apetito.
- Pérdida de peso.
- Escalofríos, fiebre o sudores nocturnos.
- Inflamación indolora de un ganglio linfático.
- Formación fácil de hematomas, hemorragias nasales o sangrado de las encías.
¿Debo someterme a pruebas de detección de otros tipos de cáncer?
Los sobrevivientes de cáncer tienen un mayor riesgo de desarrollar un segundo cáncer que alguien que nunca ha tenido cáncer. Por este motivo, es importante realizarse todas las pruebas de detección del cáncer que sean apropiadas para su edad y sus antecedentes personales y familiares. Hable con su médico sobre qué pruebas son adecuadas para usted y a qué edad debería empezar a hacérselas. Estos pueden incluir la detección de cánceres de mama, cuello de útero, próstata, colon y pulmón. Además, durante los exámenes rutinarios de salud o dentales (a cualquier edad), su proveedor de atención médica también puede examinar la presencia de cánceres de piel, boca y tiroides.
Puede obtener más información sobre pruebas de detección del cáncer en OncoLink.
Puede ser aterrador conocer los efectos tardíos del tratamiento del cáncer. Estas complicaciones no son habituales, pero conocerlas le ayudará a mantenerse sano. Puede obtener más información sobre el cuidado de su salud después del tratamiento del cáncer al crear un plan de cuidados de supervivencia OncoLife.