Problemas de tiroides después del tratamiento del cáncer infantil
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¿Cuál es mi glándula tiroides?
La tiroides es una glándula ubicada en el cuello. Produce hormonas que controlan el metabolismo, el crecimiento y el desarrollo. La hipófisis, ubicada en el cerebro, le indica a la tiroides cuándo producir más o menos de estas hormonas. Los problemas de tiroides pueden incluir hipotiroidismo (tiroides hipoactiva), hipertiroidismo (tiroides hiperactiva) y nódulos o tumores tiroideos.
¿Estoy en riesgo de tener problemas de tiroides?
Si recibió radiación en el cerebro, la glándula tiroides o cerca de la glándula tiroides (cabeza y cuello, parte superior de la columna y parte superior del tórax), corre el riesgo de sufrir problemas de tiroides. Los sobrevivientes tratados con terapia con yodo radiactivo (I-131) o MIBG (meta-yodobencilguanidina) también corren riesgo.
¿Cuándo pueden ocurrir los problemas?
El riesgo de problemas de tiroides persiste durante toda la vida. El hipotiroidismo y el hipertiroidismo suelen aparecer entre 2 y 5 años después del tratamiento. Los nódulos tiroideos pueden desarrollarse 10 años o más después del tratamiento. El riesgo de problemas de tiroides aumenta cuando se administran dosis más altas de radiación en una zona. Una dosis más alta de radiación implica un mayor riesgo de problemas de tiroides.
¿Cuándo debo llamar a mi proveedor?
Hipotiroidismo
Los síntomas del hipotiroidismo (la complicación más común) son el resultado de que la tiroides no produce suficientes hormonas. Éstas pueden ser:
- Fatiga.
- Aumento de peso.
- Estreñimiento.
- Voz ronca.
- Piel seca y cabello quebradizo.
- Siempre sintiendo frío.
- Cambios de humor o sentirse triste o deprimido.
Hipertiroidismo
Los síntomas del hipertiroidismo son el resultado de que la tiroides produce demasiadas hormonas. Éstas pueden ser:
- Sentirse ansiosa o tensa.
- Problemas para dormir.
- Frecuencia cardíaca rápida.
- Sudoración o sensación de calor todo el tiempo.
- Diarrea.
- Pérdida de peso.
- Manos temblorosas.
Nódulos tiroideos
Los nódulos tiroideos pueden aparecer como un bulto o bulto indoloro en el cuello. Dependiendo de la ubicación, es posible que pueda sentirlo o puede presionar su garganta y causar síntomas como dificultad para tragar o un cambio en su voz. Muchos nódulos tiroideos no tendrán síntomas perceptibles.
¿Cómo controlo mi salud y mi atención de seguimiento?
Si es un sobreviviente de cáncer infantil, debe conocer su riesgo y controlar su salud. Algunas formas de controlar su salud son:
- Si recibió radiación en el cerebro o el cuello, debe consultar con su proveedor y hacerse un examen físico anualmente.
- Informe a su proveedor sobre cualquier síntoma que pueda deberse a un problema de tiroides (como se mencionó anteriormente).
- Debe hacerse análisis de sangre para verificar su función tiroidea. Esto incluye un nivel de TSH (hormona estimulante de la tiroides) y T4.
- Su proveedora debe examinarle la glándula tiroides. Esto se hace palpando la glándula tiroides. Si palpa un bulto, probablemente le realizará una ecografía de tiroides para determinar si el nódulo/bulto es benigno (no canceroso) o preocupante (posiblemente canceroso).
- Los niños y adolescentes deben revisarse el crecimiento anualmente, ya que puede verse afectado por problemas de tiroides.
- Las mujeres que deseen embarazarse deben revisarse los niveles de tiroides en sangre antes del embarazo. Los bebés nacidos de madres con problemas de tiroides tienen más probabilidades de tener problemas de desarrollo.
¿Cómo puedo obtener más información sobre mi riesgo?
- Ir a una clínica de supervivencia al cáncer puede ser útil para conocer su propio riesgo y las formas de reducirlo. Encuentre una clínica en nuestra lista o llame a los centros de cáncer locales para ver si tienen una para sobrevivientes de cáncer infantil.
- Visite el sitio web del Grupo de Oncología Infantil para obtener más información sobre los riesgos y las recomendaciones.
- Hable con su proveedor sobre su plan de atención de seguimiento.