Fumar marihuana (cannabis) y el riesgo de cáncer
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El humo de la marihuana (cannabis) contiene muchos de los mismos agentes causantes de cáncer (carcinógenos) que el tabaco, pero en mayores cantidades. Esto plantea la preocupación de que fumar marihuana pueda ser un factor de riesgo para el cáncer. Es difícil llevar a cabo estudios, porque algunas personas pueden no ser sinceras sobre su consumo de marihuana. Es difícil saber con qué frecuencia se consume marihuana y el nivel de exposición durante muchos años. Además, muchas personas que consumen marihuana también fuman tabaco.
Los cigarrillos de marihuana tienden a fumarse sin filtros y se inhalan más profundamente. Esto hace que mayores cantidades de humo lleguen a las zonas más profundas de los pulmones que cuando se fuma cigarrillo. El humo de la marihuana produce una absorción de monóxido de carbono cinco veces mayor que el de los cigarrillos. Debido al tiempo que el humo de la marihuana permanece en los pulmones, se deposita cuatro veces más alquitrán en estos. El benzopireno, un agente cancerígeno, se encuentra en la marihuana y los cigarrillos.
Fumar marihuana puede:
- Dañar los pulmones y provocar asma y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
- Aumentar el riesgo de contraer cáncer de boca, lengua y pulmón.
- Disminuir la función reproductiva (la capacidad de tener un bebé).
- Debilitar el sistema inmunológico del cuerpo (la capacidad de combatir infecciones).
- Aumentar el riesgo de leucemia y otros tipos de cáncer en los niños cuyas madres fuman marihuana durante el embarazo.
A pesar de todo lo que sabemos sobre los peligros del humo de la marihuana, la mayoría de los estudios no han encontrado un vínculo fuerte con el cáncer. Es más probable que esto se deba al pequeño tamaño de los estudios y a las dificultades mencionadas anteriormente para estudiar el consumo de marihuana. La legalización de la marihuana en muchas áreas puede ofrecer estudios de mejor calidad en el futuro. Los investigadores coinciden en que es muy probable que fumar marihuana tenga algún efecto cancerígeno, pero aún no han podido plasmarlo en cifras con estudios clínicos.