Angustia y depresión en niños con cáncer

Autor: Christina Bach, MBE, LCSW, OSW-C
Fecha de la última revisión: August 08, 2022

Muchos pacientes con cáncer tienen cierto nivel de sufrimiento asociado al diagnóstico y al tratamiento. La angustia se define como cualquier sentimiento, emoción o experiencia desagradable que afecte su calidad de vida y su capacidad para afrontar el diagnóstico y el tratamiento para el cáncer. La angustia es un efecto secundario normal y previsto del diagnóstico, del tratamiento y de la supervivencia del cáncer.

La angustia puede experimentarse de muchas maneras diferentes y puede afectar a distintos aspectos de nuestras vidas. La angustia incluye lo siguiente:

  • Problemas o desafíos prácticos (vivienda, seguro, transporte, incapacidad).
  • Problemas familiares (hablar con los hijos y hermanos, sistemas de apoyo familiar).
  • Desafíos emocionales (depresión, temores, nerviosismo, tristeza, preocupación, pérdida de interés en las actividades habituales).
  • Inquietudes espirituales o religiosas.
  • Problemas físicos (aspecto, fatiga, dolor, comer, moverse, función sexual, dormir).

Esta angustia puede afectar el desempeño de su hijo (físico, emocional y psicológico). La mayoría de los niños con cáncer también sentirán preocupación, tristeza, enojo y desesperación en diferentes momentos a lo largo del proceso del cáncer. No obstante, la mayoría de los niños con cáncer tienen capacidad de superación y poseen estrategias para manejar estos sentimientos, aprovechar el apoyo social, acceder a asistencia y procesar las emociones. Pero la angustia puede convertirse en depresión como resultado del estrés del diagnóstico, el tratamiento e incluso la supervivencia.

Hay otros factores que pueden aumentar el riesgo de depresión en los niños. Estos incluyen:

  • Tener antecedentes familiares de depresión.
  • Ser niña.
  • Estar en la pubertad y tener cambios hormonales.
  • Tener otras dificultades, como ansiedad y trastornos del aprendizaje.
  • Tener una historia de problemas emocionales, conductuales o de desarrollo.
  • Ser adolescente.
  • Experimentar una ausencia prolongada de la escuela y del apoyo de los compañeros, lo que conduce al aislamiento social.

Los síntomas de la depresión también pueden suponer un estrés adicional en las relaciones con la familia y los amigos. Los síntomas de la depresión pueden coincidir con la angustia relacionada con el cáncer, pero la depresión es diferente. La depresión puede interferir en la educación, la escuela y las actividades recreativas. Es importante que los padres conozcan los síntomas de la depresión. Hable regularmente con sus hijos (incluidos los hermanos) sobre sus sentimientos de angustia, estrés y cómo afrontar el cáncer. Algunos síntomas de la depresión son:

  • Sentirse triste, decaído o desesperado.
  • Pérdida de disfrute en las actividades.
  • Cambios en los hábitos de alimentación y sueño.
  • Irritabilidad.
  • Enojo.
  • Hipersensibilidad (tomarse las cosas demasiado a pecho).
  • Retraimiento social.
  • Cambios de comportamiento caracterizados por arrebatos vocales, llantos, rabietas o "derrumbarse".
  • Incapacidad para concentrarse.
  • Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio.

En los niños con cáncer, el diagnóstico de la depresión puede ser muy difícil, ya que algunos de los síntomas (como fatiga, cambios de peso o apetito y problemas de sueño) también pueden estar relacionados con el cáncer y su tratamiento.

Tratamiento de la depresión en niños con cáncer

El tratamiento de la depresión en los niños con cáncer puede consistir en psicoterapia (terapia conversacional, modificación de la conducta, terapia cognitivo-conductual), enseñanza de habilidades para la vida, estrategias de afrontamiento, medicación o una combinación de estos métodos. La terapia familiar también puede ser útil. El tratamiento de la depresión puede durar seis meses o más. El tratamiento también puede ser necesario más adelante si los síntomas de la depresión regresan.

Cuándo ponerse en contacto con el equipo de cuidado de su hijo

Si su hijo experimenta estos síntomas durante dos semanas o más, comuníquese con el equipo de cuidado médico para que le hagan un examen y una evaluación completa de la depresión. También se evaluará el riesgo de autolesión y suicidio de su hijo como parte de este examen, ya que hay una mayor prevalencia de pensamientos y acciones suicidas en los niños con depresión.

Referencias

References

Clark, M.S., Jansen, K.L and Cloy, J.A. (2012) Treatment of childhood and adolescent depression. American Family Physician 85((5), 442-448.

Coalition Against Childhood Cancer, Childhood Cancer Fact Library, https://cac2.org/childhood-cancer-fact-library/

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