Cómo manejar sus emociones
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Cuando se enfrenta a un diagnóstico de cáncer y al tratamiento es probable que experimente una montaña rusa de emociones. Al montar esta montaña rusa, será necesario aferrarse, gritar, dar alaridos, reír y exhalar en todo el viaje. Hay altibajos, subidas y bajadas; momentos positivos y negativos.
Estas son algunas emociones que puede sentir:
- Preocupación
- Tristeza
- Enojo
- Nerviosismo
- Desinterés por las actividades habituales o placenteras
- Incertidumbre
- Esperanza
- Entumecimiento o desconexión
- Alivio
- Soledad
- Aislamiento
- Felicidad
Todas estas son emociones normales y previstas que los pacientes con cáncer y sus seres queridos sienten todos los días. No sienta que se volvió loco, que es diferente, o que está solo al experimentar esta amplia variedad de emociones en diferentes momentos del proceso del cáncer. Aprender a manejar estas emociones es una parte clave de aprender a vivir con el cáncer.
Estas son algunas de las tantas cosas que puede hacer para ayudarse a sí mismo y ayudar a su familia y amigos a manejar el abanico de emociones que posiblemente sientan:
- Permítase sentir y pensar de la manera en que lo hace en ese momento.
- Hable con sus seres queridos acerca de cómo se siente. Si bien usted puede sentirse enojado y disgustado, trate de evitar hablar con un tono enojado o crítico. Explique sus sentimientos utilizando esta fórmula:
- “Siento o sentí” un sentimiento o emoción particular.
- “Cuando” (una situación específica sobre la que se está hablando).
- “Porque” (una explicación de la situación o de su reacción).
- Por ejemplo, “siento temor por mi visita al médico mañana, cuando escuche el resultado de los exámenes, ya que de eso dependen muchos de mis planes futuros”. O “sentí mucho cariño cuando me diste ese abrazo esta mañana porque me demostraste lo mucho que te preocupas por mí”.
- ¿Quién puede proporcionar diferentes tipos de apoyo? Es posible que necesite apoyo emocional, práctico, espiritual o apoyo con información y conocimientos.
- ¿Qué tan accesibles son las personas de su red de apoyo?
- ¿Quiere llamarlos cuando necesite algo? ¿Prefiere un mensaje de texto o un correo electrónico? Hágales saber a sus amigos cómo le gustaría que se comuniquen con usted.
- No tema pedir, recibir o rechazar ayuda.
- Esté preparado en cuanto a las tareas con las que necesita ayuda para poder delegarlas a aquellos que desean ayudar. Está bien decir que no quiere que le ayuden con algo y no es necesario que haya un motivo.
- Ejercicio: hacer actividad física ayuda a controlar el estrés y la ansiedad, así como la ira y la preocupación.
- Las imágenes guiadas o la visualización, la meditación y la concientización se centran en la compasión, la conciencia de los pensamientos, los sentimientos y las sensaciones. Estos pueden ayudar a despejar la mente y a no centrarse tanto sobre el pasado (culpa) o el futuro (temor, ansiedad, preocupación).
- Redirección del pensamiento o pensamiento opuesto: cuando un pensamiento negativo invade su mente, diga “NO” en voz alta. Cuando los pensamientos negativos lo abrumen, piense en lo opuesto que puede suceder.
- Por ejemplo: “Esta quimioterapia me provocará náuseas”. Utilice el pensamiento opuesto: “No sentiré náuseas con este ciclo de quimioterapia. Si sucede, tengo medicamentos que me ayudan a sentirme mejor”.
- Tómese un descanso, y salga a caminar. Siéntese en un lugar tranquilo, organice sus pensamientos y sentimientos, respire, reflexione y recupere el control de su mente.
- Recurra a un grupo o a una comunidad de apoyo como la Comunidad de apoyo para el cáncer o utilice recursos de soporte en línea y telefónicos a través de CancerCare. No está solo; acudir a un grupo ayuda a contrarrestar el aislamiento que puede sentir.
- Diario o blog para permitir que fluyan sus sentimientos y encontrar el significado de su experiencia.
- Los sitios web en línea, tales como My LifeLine (Mi línea de vida) y Caring Bridge (Puente solidario) pueden ayudar a construir una comunidad de apoyo de amigos y familiares, así como darle una plataforma para compartir sus pensamientos y sentimientos.
La angustia emocional afecta enormemente su capacidad para manejar el diagnóstico de cáncer, el tratamiento y la supervivencia. Al ejercitar la mente con mecanismos de manejo funcionales y positivos y hablar con su red de apoyo acerca de lo que necesita, contará con más herramientas para manejar la montaña rusa emocional y, quizás se sienta mejor cuando llegue el momento de volver a montarla.