Si está recibiendo tratamiento contra el cáncer, es posible que deba ser ingresado en un hospital en algún momento. Estar en el hospital puede resultar estresante en muchos sentidos. A continuación se ofrecen algunos consejos que le ayudarán a superar su estancia en el hospital.
Muchas cosas suceden cuando ingresas en el hospital. Lo atenderán bastantes proveedores de atención y le preguntarán sobre:
Siempre debe tener una lista de sus medicamentos actuales. Tener todos sus registros en un solo lugar puede resultar útil. Puede encontrar formularios útiles para realizar un seguimiento de todo esto en OncoPilot.
Su equipo de atención controlará sus signos vitales (presión arterial, frecuencia cardíaca, temperatura, frecuencia respiratoria y nivel de oxígeno en sangre), altura y peso. Su proveedor y enfermera realizarán una evaluación física como la que usted realiza en una cita física anual.
Su enfermera puede colocarle una vía intravenosa periférica (a menudo en su mano o brazo). Se coloca una vía intravenosa si necesita medicamentos intravenosos (IV), como líquido para la deshidratación, medicamentos para las náuseas si vomita o analgésicos. Si tiene una vía central que funciona, es posible que no necesite una vía intravenosa periférica. Es posible que le realicen algunas pruebas, como una radiografía de tórax, una muestra de orina, análisis de sangre o una tomografía computarizada. Su proveedor ordenará pruebas según el motivo de su ingreso al hospital.
Todos los miembros de su equipo médico trabajan juntos. Quieren elaborar el plan de atención más seguro para usted.
Las habitaciones del hospital tendrán lo necesario para la vida diaria. Es posible que tengas un compañero de cuarto. Pídale a su enfermera o asistente de enfermería que le muestre su habitación. Quizás quieras saber:
La mayoría de los pisos de los hospitales cuentan con una despensa con agua, jugos y refrigerios para los pacientes. Puede haber una sala de espera familiar. Los horarios de visita varían y cada hospital tiene políticas sobre los huéspedes que pasan la noche.
Su equipo de atención en el hospital está formado por muchos proveedores diferentes, como médicos, enfermeras practicantes (NP), asistentes médicos (PA), enfermeras, trabajadores sociales, asistentes de enfermería, técnicos, etc. Es posible que desee tener un libro de visitas o un registro cerca de su cama para anotar quién lo visita y qué hacen para cuidarlo.
No olvides preguntar sobre el plan de su estancia. Quiere poder tomar decisiones con el equipo sobre su atención. Tome notas y haga preguntas. Sea su propio defensor. También puede ser útil tener a un ser querido a su lado para que te ayude a recordar todo lo que está sucediendo.
El cáncer y sus tratamientos pueden traer muchas emociones, como tristeza, miedo, estrés y ansiedad. Estar en el hospital puede empeorar estos sentimientos. Piense en lo que le hace feliz y asegúrese de tenerlo durante su estancia en el hospital. Puedes traer fotografías de familiares, seres queridos y mascotas para decorar su habitación. Puedes escuchar música, orar, meditar o escribir un diario.
Los días en que se sienta lo suficientemente bien, camine alrededor de la unidad. Puede haber grupos de apoyo en la unidad y en todo el hospital. Ser sociable con el personal, otros pacientes y familiares lo mantendrá activo mentalmente. Es posible que otros pacientes estén allí por un motivo similar. Pueden apoyarse mutuamente en el hospital y después del alta. Pregunta si hay un patio o un lugar con aire fresco donde puedas sentarte.
Si se siente muy triste y le resulta difícil estar en el hospital, hable con su equipo de atención. Su proveedor o enfermero puede derivarlo a trabajo social, asesoramiento espiritual o psiquiatría. Hay mucha ayuda disponible.
¡Muévete tanto como puedas! Si no tiene ganas de salir de su habitación, puede preguntar si hay equipo de ejercicio que pueda usar en su habitación. La fisioterapia (PT) y la terapia ocupacional (OT) pueden enseñarle ejercicios y estiramientos para mantener la fuerza.
Puede haber días en los que no tengas energía para levantarte de la cama y necesites ayuda. Es importante al menos sentarse en una silla durante un par de horas cada día para mantener los músculos ocupados.
Cuando llegue el momento de regresar a casa, se le entregará documentación que repasa todo lo que sucedió mientras estuvo en el hospital. Guarde una copia de esto en sus registros.
Una vez en casa, puede llevar algún tiempo adaptarse. Es posible que desee tener una persona de apoyo en su casa con usted hasta que se acostumbre a estar en casa. Asegúrese de tener los números de teléfono de los proveedores si tiene preguntas. Puede llevar algo de tiempo y esfuerzo de su parte acostumbrarse a la vida en casa. ¡Ser paciente!
Como muchas partes de su tratamiento, estar en el hospital puede resultar estresante en muchos niveles. Piense en lo que podría funcionar mejor para usted durante su hospitalización. Recuerde, lo que funcionó durante una hospitalización puede no funcionar en la siguiente, por lo que es posible que deba adaptarse.
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