Melphalan - IV (Alkeran®, L-PAM, Evomela®)

Autor: Marisa Healy, BSN, RN
Fecha de la última revisión: July 17, 2023

Pronunciado: MEL-fa-lan

Clasificación: Agente alquilante

Acerca de: Melphalan - IV (Alkeran®, L-PAM, Evomela®)

El melfalán mata las células cancerosas a través de un proceso llamado alquilación. La alquilación daña el ADN de las células, lo que les impide dividirse y hace que mueran. Dado que las células cancerosas se dividen más rápido que las células sanas, las células cancerosas son más sensibles a este daño. De esta forma, Melfalán retarda o detiene el crecimiento de células cancerosas en su cuerpo.

Cómo tomar el melfalán

El melfalán se administra a través de una infusión intravenosa (i.v., en una vena). Su dosis y horario dependen de su tamaño y tipo de cáncer.

Incluso aunque sea administrado de manera cuidadosa y correcta por personal entrenado, este medicamento puede causar sensación de ardor y dolor. Existe el riesgo de que este medicamento se salga de la vena en el sitio de la inyección y cause daño tisular que puede ser grave. Si el área de la inyección se enrojece, hincha o duele en cualquier momento durante o después de la inyección, notifique al equipo de atención médica inmediatamente. No aplique nada en el sitio, a menos que lo indique el equipo de atención médica.

Usted, o cualquier persona con quien viva, debe evitar las vacunas elaboradas con microbios vivos o vacunas atenuadas mientras esté recibiendo este medicamento. Estas incluyen la del herpes zóster (Zostavax) para la prevención del herpes zóster, poliomielitis oral, sarampión, vacuna antigripal nasal (FluMist®), rotavirus y vacunas contra la fiebre amarilla.

Posibles efectos secundarios del melfalán

Puede hacer diversas cosas para controlar los efectos secundarios del melfalán. Hable con el equipo de atención médica acerca de estas recomendaciones. Ellos pueden ayudarlo a decidir qué es lo que funcionará mejor para usted. Estos son algunos de los efectos secundarios más frecuentes o importantes:

Recuento bajo de glóbulos blancos (leucopenia o neutropenia)

Los glóbulos blancos (GB) son importantes para combatir las infecciones. Mientras esté recibiendo tratamiento, el recuento de glóbulos blancos puede disminuir, lo que aumenta el riesgo de contraer una infección. Debe informar de inmediato al médico o enfermero/a si tiene fiebre (temperatura mayor de 38°C / 100.4 °F), dolor de garganta o resfriado, falta de aliento, tos, ardor al orinar o un dolor persistente.

Consejos para prevenir infecciones:

  • Lavarse las manos, tanto usted como quienes lo visitan, es la mejor manera de prevenir la propagación de una infección.
  • Evite las multitudes y las personas enfermas (es decir, que tengan un resfriado, fiebre o tos, o que vivan con alguien con estos síntomas).
  • Cuando trabaje en su jardín, use ropa de protección, por ejemplo, pantalones largos y guantes.
  • No manipule desechos de mascotas.
  • Mantenga limpios los cortes o rasguños.
  • Dúchese o báñese diariamente y mantenga un cuidado bucal frecuente.
  • No corte cutículas ni uñas encarnadas. Puede usar esmalte de uñas, pero no uñas postizas.
  • Pregunte al equipo de atención oncológica antes de programar citas o procedimientos dentales.
  • Pregúntele al equipo de atención oncológica antes de vacunarse o de que se vacune alguien con quien vive.

Bajo recuento de glóbulos rojos (anemia)

Los glóbulos rojos son responsables de transportar oxígeno a los tejidos del cuerpo. Cuando el recuento de glóbulos rojos es bajo, puede sentirse cansado o débil. Debe informar al equipo de atención oncológica si siente que le falta el aliento, tiene dificultad para respirar o dolor en el pecho. Si el recuento es demasiado bajo, puede recibir una transfusión de sangre.

Bajo recuento de plaquetas (trombocitopenia)

Las plaquetas ayudan a la coagulación de la sangre, por lo que cuando el recuento es bajo, corre mayor riesgo de sangrado. Informe al equipo de atención oncológica si tiene algún exceso de hematomas o sangrado, por ejemplo, hemorragias nasales, encías sangrantes, o sangre en la orina o las heces. Si el recuento de plaquetas es demasiado bajo, puede recibir una transfusión de plaquetas.

  • No use rasuradora manual (la máquina eléctrica de rasurar es aceptable).
  • Evite los deportes de contacto y las actividades que puedan causarle lesiones o sangrado.
  • No tome aspirina (ácido salicílico), medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) como Motrin/Advil (ibuprofeno), Aleve (naproxeno), Celebrex (celecoxib), etc., ya que todos ellos pueden aumentar el riesgo de sangrado. Consulte al equipo de atención médica con respecto al uso de estos agentes y de todos los medicamentos/suplementos de venta libre durante la terapia.
  • No use hilo dental ni mondadientes, y use un cepillo de dientes de cerdas suaves para cepillarse los dientes.

Náuseas o vómitos

Hable con el equipo de atención oncológica para que le prescriban medicamentos que le ayuden a controlar las náuseas y los vómitos. Además, los cambios en la dieta pueden ayudar. Evite los productos que pueden empeorar los síntomas, como los alimentos pesados o grasosos, picantes o ácidos (limones, tomates, naranjas). Pruebe con galletas saladas o refresco de jengibre para reducir los síntomas.

Llame al equipo de atención oncológica si no tolera los líquidos durante más de 12 horas o si siente mareos o aturdimiento en cualquier momento.

Diarrea

El equipo de atención oncológica puede recomendarle medicamentos para aliviar la diarrea. Además, trate de comer comidas livianas y con bajo contenido de fibras, como arroz blanco y pollo hervido u horneado. Evite las frutas y verduras crudas, los panes integrales, cereales y semillas. La fibra soluble se encuentra en algunos alimentos y absorbe líquidos, lo cual puede ayudar a aliviar la diarrea. Los alimentos ricos en fibra soluble incluyen: compota de manzana, plátanos (maduros), fruta enlatada, gajos de naranja, papas hervidas, arroz blanco, productos hechos con harina blanca, avena, crema de arroz, crema de trigo y harinas. Tome de 8 a 10 vasos al día de líquido sin cafeína y sin alcohol para prevenir la deshidratación.

Llagas bucales (mucositis)

Ciertos tratamientos contra el cáncer pueden causar llagas o dolor en la boca o garganta. Informe al equipo de atención oncológica si la boca, la lengua, la parte interna de las mejillas o la garganta se vuelven de color blanco, ulceradas o si tiene dolor. Realizar un cuidado bucal frecuente puede ayudar a prevenir o controlar las úlceras bucales. Si las úlceras bucales son dolorosas, el médico o enfermero/a puede recomendarle un analgésico.

  • Cepíllese los dientes con un cepillo de dientes de cerdas suaves o un hisopo de algodón dos veces al día.
  • Evite los enjuagues bucales con alcohol. Se recomienda un enjuague bucal con bicarbonato de sodio o sal (2 cucharaditas de bicarbonato de sodio o 1 cucharadita de sal en un vaso de ocho onzas de agua tibia), 4 veces al día.
  • Si se le seca la boca, coma alimentos húmedos, beba mucho líquido (de 6 a 8 vasos) y chupe caramelos duros sin azúcar.
  • Evite fumar y mascar tabaco, beber bebidas alcohólicas y jugos cítricos.

Fatiga

La fatiga es muy frecuente durante el tratamiento del cáncer y es una sensación abrumadora de agotamiento que generalmente no se alivia con el reposo. Mientras esté en tratamiento contra el cáncer, y durante un tiempo después, es posible que necesite ajustar sus horarios para controlar la fatiga. Planee momentos para descansar durante el día y conserve energía para actividades más importantes. El ejercicio puede ayudar a combatir la fatiga; una simple caminata diaria con un amigo puede ayudar. Hable con el equipo de atención médica para obtener consejos útiles sobre cómo manejar este efecto secundario.

Pérdida o adelgazamiento del cuero cabelludo y del vello corporal (alopecia)

El cabello puede afinarse, quebrarse o caerse. Por lo general, esto comienza dos o tres semanas después de iniciar el tratamiento. Esta pérdida de cabello puede ser de todo el vello corporal, incluido el vello púbico, las axilas, las piernas/brazos, las pestañas y los vellos de la nariz. El uso de bufandas, pelucas, sombreros y cabellos postizos puede ayudar. Por lo general, el cabello vuelve a crecer poco después de finalizar el tratamiento. Recuerde que el cabello ayuda a mantener el calor en épocas de clima frío, por lo que es particularmente importante que use un sombrero cuando las temperaturas sean bajas o para protegerse del sol.

Disminución del apetito y cambios en el sentido del gusto

La nutrición es una parte importante de su cuidado. El tratamiento contra el cáncer puede afectar el apetito y, en algunos casos, los efectos secundarios del tratamiento pueden dificultar la alimentación. Pregúntele al equipo de atención oncológica acerca de los servicios de asesoría nutricional en su centro de tratamiento para que lo ayuden con las opciones alimentarias.

• Trate de comer cinco o seis comidas o refrigerios pequeños durante el día, en lugar de tres comidas más abundantes.
• Si no está comiendo lo suficiente, los suplementos nutricionales pueden ayudarlo.
• Puede sentir un gusto metálico o no sentir el sabor de los alimentos. Es posible que no le gusten los alimentos o las bebidas que le gustaban antes de recibir tratamiento contra el cáncer. Estos síntomas pueden durar varios meses o más después de finalizar el tratamiento.
• Evite cualquier alimento que piense que tiene mal olor o sabor. Si la carne roja es un problema, coma pollo, pavo, huevos, productos lácteos y pescado sin olor fuerte. A veces, los alimentos fríos tienen menos olor.
• Agregue más sabor a la carne o pescado marinándolos en jugos dulces, salsa agridulce o aderezos. Use condimentos como albahaca, orégano o romero para añadir sabor. El tocino, el jamón y la cebolla pueden añadir sabor a las verduras.

Edema periférico

Es una hinchazón de las extremidades causada por la retención de líquido. Puede causar hinchazón de las manos, los brazos, las piernas, los tobillos y los pies. La hinchazón puede llegar a ser incómoda. Informe al equipo de cuidado oncológica si experimenta un empeoramiento de una hinchazón o se produce una nueva.

Sarpullido

Algunos pacientes pueden desarrollar sarpullido, piel escamosa o bultos rojos con picazón. Use un humectante sin alcohol en la piel y los labios; evite los humectantes con perfumes o esencias. El equipo de atención oncológica puede recomendarle un medicamento tópico si la picazón es molesta. Si la piel se agrieta o sangra, asegúrese de mantener la zona limpia para evitar infecciones. Asegúrese de notificar al equipo de atención oncológica acerca de cualquier sarpullido que se desarrolle, ya que puede ser una reacción. Ellos pueden darle más consejos sobre el cuidado de la piel.

Los efectos secundarios menos frecuentes pero importantes pueden incluir:

  • Reacciones alérgicas: En algunos casos, los pacientes pueden tener una reacción alérgica a este medicamento. Los signos de una reacción pueden incluir: falta de aliento o dificultad para respirar, dolor en el pecho, sarpullido, sofocos o picazón, o una disminución en la presión arterial. Si nota algún cambio en cómo se siente mientras recibe este medicamento, notifique al equipo de atención médica inmediatamente.
  • Cambios pulmonares: Este medicamento puede causar problemas pulmonares, incluso fibrosis pulmonar (una cicatrización y endurecimiento del tejido pulmonar) y neumonitis (hinchazón de los pulmones). Estos problemas pueden desarrollarse durante el tratamiento o meses a años más tarde. Consulte al médico de inmediato si presenta falta de aliento, tos, fiebre, sibilancia o dificultad para respirar.
  • Toxicidad hepática: Este medicamento puede causar toxicidad hepática, que el médico puede supervisar con análisis de sangre llamados pruebas de función hepática. Notifique al médico si observa un color amarillento en la piel o los ojos, si la orina es oscura o marrón, o si tiene dolor abdominal, ya que estos pueden ser signos de toxicidad hepática.
  • Reacción de recuerdo de la radiación: La reacción de recuerdo de la radiación es cuando la administración de un medicamento causa una reacción cutánea que parece una quemadura solar (enrojecimiento, hinchazón, dolor, descamación de la piel) en áreas donde previamente se había aplicado radiación. Notifique al equipo de oncología si observa este efecto secundario. El tratamiento puede incluir ungüentos tópicos con esteroides y un retraso en su próxima dosis de quimioterapia.
  • Cáncer Secundario: Un cáncer secundario es uno que se desarrolla como resultado del tratamiento del cáncer para otro cáncer. Esto es bastante raro, pero debe tener en cuenta el riesgo. En la mayoría de los casos, un cáncer secundario relacionado con la quimioterapia es un cáncer de la sangre (leucemia, linfoma). Esto puede ocurrir años después del tratamiento. Esto se asocia más a menudo con tratamientos repetidos o altas dosis. Su proveedor supervisará sus laboratorios de cerca. Considere someterse a un hemograma completo con un chequeo anual de su médico si ha recibido terapias de alto riesgo.

Problemas sexuales y para la reproducción

Este medicamento puede afectar el aparato reproductor al provocar irregularidad en el ciclo menstrual o la producción de espermatozoides, o detenerlos de manera permanente. Las mujeres pueden experimentar efectos menopáusicos como sofocos y sequedad vaginal. Además, el deseo sexual puede disminuir durante el tratamiento. Es posible que desee considerar la conservación de espermatozoides u óvulos si desea tener un hijo en el futuro. Analice estas opciones con el equipo de oncología.

La exposición del feto a este medicamento podría causar anomalías congénitas, por lo que no debe quedar embarazada ni engendrar un hijo mientras reciba este medicamento. Es necesario utilizar un método anticonceptivo eficaz durante el tratamiento y al menos durante 6 meses después del tratamiento, incluso si el ciclo menstrual se detiene o si cree que no está produciendo espermatozoides. Debe consultar al equipo de atención médica antes de amamantar mientras tome este medicamento.

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